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La vuelta al mundo

Grandes Viajeros

Thor Heyerdahl

Explorador y científico noruego, Thor Heyerdahl (1914-2002), dedicó su vida al conocimiento de culturas prehistóricas, realizando importantes aportes sobre los movimientos migratorios de los pueblos antiguos.

Exploró por largos períodos de tiempo las Islas Galápagos, la de Pascua y las Maldivas, excavando en sus subsuelos en busca de reliquias arqueológicas de gran valor científico. Estuvo en Pitcaim, Henderson, Mangareva, Rapaiti, Morotiri, Tubuai, Tahití y todo un gran rosario más de pequeñas y medianas islas del Pacífico central.

Construyó y capitaneó las naves RA I y RA II , hechas de tallos de papiro etiope, que se desplazaron desde el norte de África hasta el Caribe; así como la Tigris, que recorió en cuatro meses y medio el Golfo Pérsico y el Mar Arábigo.

Fue un acucioso escritor, con un estilo ameno y peculiar de reflejar las atractivas aventuras que vivió en medio del océano, donde arriesgó la vida en más de una ocasión para demostrar sus teorías migratorias (una vez afirmó que aunque nunca buscó la aventura, no la rehuía sí esta se presentaba en su camino, pues la consideraba en cierta medida como la sal de la vida).

Con 23 años, mucho antes de su primera gran expedición y siendo alumno de la Universidad de Oslo, se fue con su joven esposa a convivir con los nativos semidesnudos de la islita montañosa de Fatu Hiva en el archipiélago de las Marquesas, donde construyó una cabaña sobre pilotes en una playuela llena de palmas y cocoteros, a un paso de la jungla –a sus espaldas- y a dos del mar, alimentándose exclusivamente de frutas y pescado. Así vivió un año, oyendo viejas historias del dios Tiki, adorado allí como hijo del Sol, y aspirando la brisa omnipresente de los vientos alisios.

Vivió después otra temporada insular en una de las islas Tuamotú, donde alcanzó la convicción de que una parte al menos del poblamiento de la Polinesia provino hace 1 500 años de las culturas preincaicas de Suramérica, lo que apartaba radicalmente de las teorías vigentes en la época.

Para demostrar lo que nadie creía, construyó a inicios de 1947 la balsa Kon Tiki , con troncos de madera ecuatoriana, y en unión de cinco amigos salió del puerto peruano de Callao hacia el oeste, donde le esperaban 101 días consecutivos de navegación solitaria hasta embarrancar en el peligroso arrecife del atolón de Raroia, a unos cientos de metros de un islote paradisiaco de desolada y agreste belleza tropical.

Heyerdahl fue un decidido defensor de la naturaleza y en particular del cuidado que merece el océano mundial. Demostró el valor de sus teorías por medio de la práctica consciente y activa, retando a los elementos para extraerles, más que pedirles, sus secretos.

Fuente

Especial de "El Mundo"

Bibliografía

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