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La vuelta al mundo

Con esta entrevista se inaugura un tema nuevo que consistirá en unas entrevistas que nuesta periodista "P" hará a personas de los lugares por donde vayamos viajando. Quede claro que es ficción y está escrito con intención de hacernos sonreir (cuando no reir abiertamente). Mi labor solo ha sido traducir porque el original está en rapanui Wink ¡A disfrutar!

“Entrevista realizada a Motu Kohuo, que se autodenomina último constructor amateur de moais , en su casa-bote (hare-paenga ) a los pies del volcán Orongo”

P: Buenas tardes señor Motu. Antes de entrar en detalles sobre su tarea como constructor de moais, podría hablarle a nuestros lectores de la web viajera sobre usted

M.K.: Si claro, yo le hablo a quien haga falta, dígales que pasen, aunque no voy a tener cervezas para todos. Es que me ha pillado usted muy apurado con este moai y no he tenido tiempo de ir al super. Nada más he podido hacer un platillo de pulpo (heke) a la rapa nui y no creo que haya para tanta gente.

P.: No, no se preocupe usted señor Motu, nuestros lectores están lejos, en España, no aquí así que no hay problema

M.K. Pues si vienen de lejos traerán mucha hambre. Casi mejor se espera y voy a pillar unos pulpos, total, aquí hay a patadas. Eso si, el que quiera cervezas que las saque de la máquina, que esto de los moais tampoco es que dé para mucho y me las veo negras para llegar a fin de mes. Ahora vuelvo, si es que puedo sacar la barca. Igual tardo un poco, que estoy pensando que no solo van a comer pulpo; les voy a hacer unos camotes a la brasa que se van a chupar los dedos gordos de los pies los unos a los otros. No ponga usted esa cara tan rara, joder, si no le gusta el camote, a usted le frío yo unos tarohs con uis que va a gozar usted mas que un casado un sábado noche.

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P.: Bueno señor Motu, ya casi se nos ha hecho de noche y después de esta suculenta comida, podríamos empezar a hablar de los moais. ¿Desde cuando se dedica usted a ésta tan desusada profesión?


MK: ¿De verdad no quiere usted un poquito mas de pulpo? ¿Y ahora que hago yo tanta comida? Venga, le pongo al menos dos o tres camotes de los pequeños, y usted se los va comiendo mientras le cuento.

Pues verá usted, lo mío no viene de familia soy el primer Kohuo que se ha dedicado a esto, y muy probablemente el último por varias razones. La primera es que la juventud de hoy día no quiere trabajos duros. Ellos nada más que quieren estar todo el día quitándose el pareo los unos a los otros en las playas, y surfear. Con la de transito que tenemos por aquí de tiburones, que cuando no tenemos a uno que pierde el pie, se nos queda una preñada. Bueno esto ultimo no es del surfing, es de quitarse el pareo, pero bueno a lo que iba, que la juventud no tiene afición. Además, esto bien pagado, bien pagado, lo que se dice bien pagado, no está. Aquí hay meses que no sacas el sueldo mínimo. Y por último y no por ello menos importante, es que esto quita mucho tiempo, a mi me ha quitado tanto que no he tenido tiempo de conocer mujer y por tanto no tengo hijos. Y lo que digo yo, ¿para que me voy yo a meter en líos a mi edad en buscar una parienta? ¿Sabe usted la de cerdos que tendría que criar para darlos de dote al gandul de su padre? Deje deje, si éste es el ultimo moais, que le vamos a hacer. Que monte el ayuntamiento una escuela taller o que los hagan de metacrilato. Y volviendo a su pregunta, la verdad es que ya no recuerdo yo que edad tenía, pero era yo muy pequeño. Aquí en las islas es que normalmente el tema del calendario lo llevamos mal. ¿Usted cuantos años me echa así a bote pronto? Pués no, se ha equivocado, aquí tenemos mucha comida sana, no es como en el continente. No tenemos apenas contaminación y no es cierto eso que cuentan del agujero de la capa de ozono. Además, serpientes con dos cabezas ha habido y habrá siempre, que también son criaturitas de Dios. Pues eso, que era yo muy zagal cuando me interesé por el tema. Usaba aún pareo corto, no le digo más. Espere, que le pongo un poquito de pulpo más, que veo que le cabe.


P: Bien, pues háblenos de sus comienzos

MK: Pues hija, fue como todos los comienzos, duros, y mas teniendo en cuenta que esto básicamente es como picar piedra, pero sin el como. Y anda que no esta dura esta piedra. No se yo si todas las piedras del mundo son como éstas, porque ésta está dura, pero dura de cojones. Mire mis manos. Y ahora ya están mejor, que estuvieron aquí unos turistas finlandeses que decían tener una crema buenísima para la piel, pero como se les había acabado me dejaron dos botes de dentífrico que bien untado obra milagros. Lo que es el fluor y los adelantos. Pues hablando de adelantos, antes no era como ahora. Antes no había tecnología y todo se hacia a mano. Llegabas a la cantera y dale que te pego al martillo y al cincel. Muy duro, era. Ahora ya es otra cosa, ahora tenemos tecnología. Subo en moto a la cantera y hasta he forrado de gomaespuma el mango del martillo. Lo que no se ha mejorado mucho ha sido el cincel que es idéntico al antiguo, pero mas desgastado. A veces incluso, tengo hasta gasolina para la moto, y no tengo que venir dando pedales, que para colmo la cantera esta donde Perico perdió el sombrero, encima de una cuesta. ¡Hawai, eso si que son volcanes!, planos, transitables, ¡joer, vivibles!. No éstos, tan empinados.

P: Cuéntenos como se inicia un moai

Eso es un momento especial, casi místico. Tardas en reconocer que cara se oculta detrás de cada piedra. Por ejemplo, en el que estoy trabajando ahora tardé no menos de dos años en darme cuenta que era el bloque que buscaba. Este moai va a ser una representación de mi tío abuelo, que cuando iba a morir me llamó a su lecho y me dijo: “Motukito, no pierdas tu vida como hice yo, aprovecha el tiempo. Si el maori-takone quiere tatuarte todo el cuerpo, huye. Y si te pilla, que no te haga como a mi un komari (como esta web la pueden leer menores de edad, el webmaster ha evitado la traducción de este término, claramente alusivo al órgano genital femenino) en la frente”. Un gran hombre mi tío abuelo.

P: Y una vez elegido el tema y el bloque de piedra, ¿cómo comienza el trabajo?

Bueno pues eso ya depende del artista. Yo particularmente empiezo por los pies. Si, si si. Los moais, al menos los míos, tienen pies. No sabe usted el trabajo que luego cuesta enterrarlos hasta el ombligo. Cuando lo tenga acabado lo hundiré en el suelo girándolo de la cabeza, como si fuera un tornillo rosca-chapa. Es la parte más difícil de todo el proceso. Se cogen las orejas y se giran. El punto justo para enterrarlo no es el ombligo. Se siguen girando hasta que las orejas quedan planas y largas, ya que van cediendo con los empujones. En algunos casos no se consigue y hay que hundirlos completamente. No sabe usted la cantidad de moais que se han tenido que enterrar completos por quedarse defectuosos de las orejas. Eso es la ruina para cualquiera, que a nosotros no nos pagan por horas, que vamos a destajo, y nos pagan por moai completo, enterrado hasta el ombligo y con las orejas largas y planas. Venga, le pongo un poquito mas de pulpo que después de la vomitona se le ha tenido que quedar el estómago vacío.

P: ¿Cuántos moais de los que hay en la isla son suyos?

Sinceramente se lo tengo que decir: ninguno. Es que esto es una labor más propia de chinos que de rapanuis. Mire usted la piedra. Ahora mire usted el cincel. Y yo soy de manos delicadas y me canso mucho. Pero eso si, después de cuarenta años mire que bonitos me han quedado los pies de éste. Si, ya sé que me falta perfilarle los dedos. Y si, también sé que voy por los tobillos. Pero en cuanto negocie la subvención del año que viene, esto va rápido. De rodillas para arriba esto vuela. ¿Dónde va usted? Eeeeeeeeeey que no se puede ir usted así, que todavía queda pulpo.

2 comentarios

A vueltas con el mundo -

Gracias por tu visita y la referencia en tu blog. Vamos a ir poquito a poco y sin prisa recorriendo el mundo. Saludos.

Pablo -

Muy divertida la entrevista. Me parece una gran idea la de los viajes a través del blog.

Aunque para este no colabore, espero sí poder hacerlo en el futuro.

Saludos.