Anakena

05 de junio de 2006 - 10:52 - Etapas

Para todos quienes visitan Isla de Pascua con la idea de que se van a encontrar con playas por todas partes, están sumamente equivocados. Anakena es una de las pocas playas donde se puede disfrutar de arena blanca, palmeras, aguas color turquesa y algunos moais.

Este sector se encuentra a 18 kilómetros de la ciudad de “Hanga Roa“, por lo que se puede llegar en vehículo, moto, o bien bicicleta (en este último medio de transporte toma 2 horas aproximadamente).

Fue en esta playa donde Hotu Matu`a (Primer Rey de la isla) llegó con su familia. En ese entonces, el sitio se utilizó como centro habitacional y de organización política, social y cultural.

Toda la gente nombra a la playa por “Anakena”, pero realmente ese es el nombre de una cueva muy cercana al lugar, en la que vivió el Rey Hotu Matu`a cuando recién llegó a Rapa Nui. El nombre correcto de la espectacular playa es de “Hanga Morie Roa”.

Algo que hace aún más atractivo el sector, es que se pueden encontrar dos plataformas con moais. La primera se llama “Ahu Nau Nau” y está ubicada justo al frente de la playa. Ese es uno de los “Ahu” mejor conservados, ya que fue restaurado en 1980, por Sergio Rapu.

Consta de siete moai, cuatro con “Pukao” (Tipo de moño con forma de sombrero), los que se encuentran en perfecto estado. Además contiene uno sin moño y en el que se puede ver algo de deterioro, y los dos restantes se caracterizan porque tienen menos de la mitad de su cuerpo.

En la parte posterior de los “Ahu”, se pueden apreciar petroglifos con diferentes representaciones. Algunas de estas son peces y “Tangata Moko” (Hombre lagarto). En el armazón de la plataforma también se divisa una cabeza de Moai, la que fue incluida en el relleno de piedras.

El segundo “Ahu” que existe en el lugar es el “Ature Huki”, se ubica a un costado del “Ahu Nau Nau”. Su plataforma tiene sólo un moai, y fue levantado en 1956 por un grupo de personas de la isla, dirigidos por Lázaro Hotus y Pedro Atán, junto a una expedición Noruega.

Su altura es de 6 metros de alto y 3 de ancho aproximadamente. Respecto a su estado debemos consignar que está bastante deteriorado, tiene manchas blancas de un tipo de hongo típico que afecta a las estatuas de la isla.

Al llegar al estacionamiento de “Anakena” se puede apreciar un sector con palmeras que ha sido habilitado con mesas y sillas bajo su sombra, especialmente para disfrutar de alguna comida con una vista espectacular a la bahía de la playa, y al fondo el mar de color turquesa que nos invita a un grato baño en estas aguas cálidas y transparentes.

Sorprende lo bien cuidado que se encuentra todo el sector como asimismo el cuidado por mantener la limpieza del lugar.

Si queremos más información del sector podemos contactarnos con algún guardaparque que siempre encontramos en la cercanía.

Los turistas que llegan a Isla de Pascua sienten obviamente gran atracción por conocer esta playa; que a pesar de no poder compararse con ninguna de Chile continental en cuanto a su extensión tampoco es comparable con ninguna por sus aguas tibias, limpias y su color inigualable. Por eso mismo todas las agencias de turismo incluyen dentro de su itinerario la visita a este hermoso lugar.

Turistas de todo el mundo se maravillan de su hermosura. Es este el caso del español Javier Cepeda, quien visita por primera vez la isla, pero que se declara fascinado. “En un lugar como éste se siente una vibra especial. Dan ganas de fotografiar todo, y claro que esta playa no es la excepción” afirma el español.